sábado, 2 de mayo de 2009

Puedes imaginar una ciudadanía mestiza

Sí, debería existir una ciudadanía mestiza.
En primer término, es una necesidad:tengo derecho a ser como voy siendo entre los demás, sin constituírme en una amenaza para nadie.
En segundo lugar, mi mestizaje bien podría ser una forma transversal de empoderamiento, enriquecimiento lícito e innovación comunitaria.
No dilapidar; hay que reinvertir las ventajas del mestizaje heredado -aún cuando se tratara de una herencia inempeorablemente mal habida-, en productividad.
El mestizaje es un gérmen íntimamente revolucionario y silencioso, altamente variable y universal.

Si la "pureza" de lo único o igual, su "unicidad" está amenazada por la mezcla,lo inmaduro, lo incompleto, la pluripotencialidad y la multiformidad, una ciudadanía mestiza es peligrosa, por eso es muchas veces denegada.
Aunque para nuestra cultura la cuestión del "origen" juegue un papel primordial, éste no deja de ser apenas un territorio "genéticamente" imaginado.
Dejemos fuera estas suposiciones paradójicas, monopólicas, excluyentes, arbitrarias e invalidantes, alcemos las banderas de la ambigüedad: descorramos cerrojos, levantemos barreras, crucemos los puentes, coloquémoslas en el centro de la visibilidad.
Transitemos, traduzcamos, inevitablemente traicionemos, negociemos y forniquemos también con lo otro.
Toda una geografía mestiza aparecerá entonces como un piélago nuevo y hospitalario donde alimentar nuestra mestiza forma de ser, nuestra ciudadanía ya no intimidante sino regenerativa, barroca y mágica. Quién puede anticiparnos qué maravilloso conejo saldrá de su galera?

Los lemas del blog

" Si nada tiene que ver con nada, todo lo que me gusta tiene que ver con lo que soy"
o
" El producto de la historia debe alzarse con la historia, narrarse desde sí mismo, desde su nuevo lugar de productor "

Cómo convertirse en mestizo

¿Hubo un momento en que comencé a ser mestiza? ¿El resultado de mi mezcla fue un cambio cualitativo o cuantitativo? ¿Y si ambos cambios fueron mutuamente dependientes, cuándo, cómo, porqué eso no significaba algo mejor, algo más?
Para comenzar iré al cómo.
Digamos que en América Latina es fácil, más bien ineludible, ser mestiza: desde el momento en que nací en Argentina comencé a serlo.
Ser mestiza significa aceptar que en mí misma y entre yo y los otros hay océanos de diferencia, mares de distancia cruzados en algún momento o en alguna generación, caminos que se bifurcan y se reencuentran cómo en esas líneas dibujadas y poderosas que forman las fronteras.
He tratado durante años de dirimir mis gustos, mi identidad, entender quien soy. Pero allí donde en mi pensamiento se separaba una línea, esta se conjugaba con otra, volvía a enredarse, a confundirse, a hacerse difícil saber cómo seguir, descartar alguna posible dirección, mis pasos eran torpes, mi mente era obligada a una necesaria y permanente reconstrucción.
Y no obstante descubro que ¡es allí,, en esa cartografía del deseo tan accidentada, donde estoy más viva! ¡Soy mestiza, aunque sin cruzas de sangre, soy mestiza!
Me gusta un poco de aquí y algo de allá, añoro un origen remoto y otro cercano y espero el futuro más prometedor y escurridizo a la vez.
En este blog espero revertir la idea de que ser mestizo es peor que ser mellizo, peor que ser petiso, o que ser una especie de monstruo desmembrado.
Quiero aquí expresar la permanente reconstitución, neofiguración y desadhesión críticas, gozosas, dolientes y a veces muy trabajosas que implica el mestizaje.
Bienvenidos entonces a mi libreta de anotaciones mestizas, y espero que el tránsito por ellas sea tan estimulante y recreativo para ustedes como lo es para mí.

Gmail - Recibidos (2) - lauberginepop@gmail.com

http://mail.google.com/mail/?hl=es#inbox

viernes, 1 de mayo de 2009


Una libreta es